El concepto de Renta en sentido tributario son todos los ingresos y beneficios que rinde un objeto, producto o actividad y todas las ganancias, utilidad o incremento de patrimonio que se perciben o devenguen, cualquiera que sea su naturaleza, origen o denominación.

Se tienen en cuenta los rendimientos procedentes del trabajo y actividades económicas, los rendimientos de capital, como por ejemplo los dividendos de acciones o los intereses generados por cuentas bancarias, así como las ganancias y pérdidas patrimoniales.

Se denomina Renta al tipo de ingreso constante, aunque se reciba de distintas partes, que es principalmente controlado por sectores económicos y gubernamentales.

Existen distintos programas establecidos para modificar y velar para un adecuado tratamiento económico, en los que se cancelan deudas pendientes con órganos bancarios competentes.

Aún así, la contextualización más común reside en el pago de deudas contraídas con un individuo o empresa, por ejemplo: durante el alquiler de una casa o propiedad, el dueño puede condicionar a un cliente el pago que puede cancelarse en ciertos intervalos o periodos de tiempo.

A la hora de hacer la declaración anual, existen deducciones para determinados gastos fijados por el Estado y aplicables a todos los individuos residentes en España que dispongan de ingresos económicos. No obstante, hay que tener en cuenta las diferencias entre comunidades. Un buen conocimiento de las bonificaciones de cada comunidad, y que cambian en cada ejercicio, nos puede suponer una diferencia importante. Incluso puede implicar pasar de pagar a cobrar como resultado del cálculo.

¿En qué se diferencian el IVA y el IRPF?

Para empezar, el Impuesto sobre el Valor Añadido es un impuesto indirecto. Existen diversos tipos, con el objetivo de que los productos de primera necesidad tengan un tipo de tasa inferior a aquellos que son bienes secundarios o de lujo.

Se trata de un impuesto proporcional y tiene efecto regresivo sobre la Renta de los consumidores, mientras que el IRPF es progresivo.

¿Por qué es regresivo el IVA?

Porque las personas con menos ingresos tienen que destinar un mayor porcentaje de su sueldo a adquirir la cesta de la compra de productos básicos que aquellos individuos con elevados niveles de ingresos.

Otra de las diferencias más destacables entre IVA e IRPF radica en el hecho de que el primero es un impuesto indirecto, mientras que el segundo es un impuesto directo (actúa de manera directa en la Renta de las personas físicas).

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